El Medievo, con todo su recogimiento y crudeza, surge de repente al llegar a Aínsa, capital del antiguo reino del Sobrarbe y de su actual comarca.

Un regusto medieval se prolonga desde el imponente castillo de Aínsa hasta las calles que en su día se adosaron a la muralla que rodeaba la villa.

El alto grado de conservación y la espectacularidad de las construcciones que se crearon entre los siglos XI y XV motivaron que ya en 1965 su casco antiguo fue declarado Conjunto Histórico Artístico. Este Conjunto Histórico Artístico supone un agradable viaje al pasado donde cada paso lleva a alcanzar un momento único.

La fortaleza conserva todo su poderío, se puede apreciar el foso que dificultaba su asalto. La única manera de salvarlo era a través de un paso levadizo que llevaba directamente a un descomunal patio de armas en el que las tropas se concentraban y organizaban sus funciones.

Hoy los valientes soldados han dado paso a otro ejercito más pacífico. Los miles de visitantes que cada fin de semana acuden más a conocer la villa, que quedan hechizados desde el momento en el que entran en la plaza mayor del siglo XII y XIII, en el que también desemboca el Castillo.

Las murallas del castillo abren paso a una plaza porticada, en la que cada arco es diferente y que alberga la iglesia parroquial. Después, cualquiera de las dos calles que se abren a derecha e izquierda conducen a una viaje por la historia de esta población que encandila a sus visitantes.

Está plaza , está considerada una de las más bellas y mejor conservadas del medievo español y en ella, uno se siente inmensamente pequeño.

Los sentidos nos alcanzarán a percibir todo lo que cuentan unas piedras que albergan pedazos de historia de la provincia de Huesca.

Con esencia románica, la Iglesia de Santa María es uno de los elementos arquitectónicos más importantes de Aínsa.

Curiosa es también la historia que rodea a la Cruz Cubierta de Sobrarbe, basada en la aparición legendaria que simbolizaba la victoria de las tropas aragonesas sobre las musulmanas en el Sobrarbe. Cuenta la leyenda…..

Según la leyenda, antes de la batalla, el número de musulmanes era muy superior al de los cristianos, sin embargo éstos vencieron gracias al ánimo que les dio su jefe Garci Jiménez, pero sobre todo porque en plena lucha se les apareció sobre una carrasca una gran cruz roja resplandeciente, lo cual fue tomado como un buen presagio y como una confirmación de que Dios luchaba de su lado contra el infiel.

En esta zona también es muy importante su patrimonio geológico, para disfrutar de una muestra de este patrimonio os aconsejamos una visita al Espacio de Geoparque, situado en una de las torres del Castillo de Aínsa. Descubriréis los secretos que han escondido las rocas durante millones de años.

Si os gusta el riesgo y la aventura encontraréis una oferta muy variada en estos deportes.

Existen otros reclamos turísticos, como desde hace más 20 años el Festival Internacional de Música y Teatro en el mes de Julio, además cada dos año se celebra la Morisma y desde hace más de veinte años, el domingo más próximo al 22 de mayo se celebra este tradicional descenso de navatas que, partiendo de la localidad de Laspuña, recorre el río Cinca hasta llegar a Aínsa. Una tradición que rememora un antiguo oficio ya perdido y a la vez recuperado por los habitantes de la Comarca de Sobrarbe..

Fuente: Pueblos con Encanto del Pirineo

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