Son el centro neurálgico de pueblos y ciudades. Vibrantes, apacibles, lugar de encuentro y celebraciones, las plazas representan la esencia misma de sus habitantes. Así define Niumba, de TripAdvisor, el importante y turístico de plaza. Hoy os traemos las 6 plazas que no podéis dejar de visitar en la provincia.

Plaza Mayor de Graus

Forma rectangular y soportales en sus cuatro costados; algunas de sus edificaciones son de estilo renacentista: el Ayuntamiento con gran alero y balconada corrida; la Casa la Pentineta, con pinturas alegóricas en la fachada; la Casa Bardají que vio nacer a varios hijos ilustres y la casa de los Heredia, con tímpanos policromados, son las Construcciones sobresalientes del conjunto.

Plaza Mayor de Alquézar

La plaza Mayor de Alquézar se le llama Plaza de Rafael Ayerbe, que fue prior de la colegiata (llamado “El Cura de Alquézar”) a principios del siglo XX y creo un nuevo injerto de almendro que se adaptaba a las condiciones climáticas de la zona y del que hoy se obtiene la variedad llamada delargueta o desmayo. En sus fachadas se cuelgan patas de jabalí cómo símbolo de protección de la casa.

Plaza Luis López Allué de Huesca

Es la antigua Plaza del Mercado. Constituye el centro neurálgico de la capital y hoy sus soportales muestran un atractivo aspecto tras haber sido remodelados. En ella podemos tomar un refrigerio en uno de sus establecimientos, visitar la oficina de turismo, visitar una de las tiendas de ultramarinos más antigua de España (La Confianza) y disfrutar del restaurante Tatau Bistro, estrella michelín de la ciudad.

Plaza del Ayuntamiento de Benasque

En el casco antiguo de Benasque es realmente una preciosidad, conserva la arquitectura típica del pirineo oscense como la plaza del Ayuntamiento además de algún edificio renacentista como el Palacio de los Condes de la Ribagorza, Casa Faure, Casa Albar o Casa Juste con su impresionante torreón.

Plaza Mayor de Aínsa

Considerado uno de los pueblos más bonitos de España para disfrutar del invierno ❄, no podía faltar en esta selección su solemne plaza, que cobra un aire mágico durante la noche. La bordean edificios originales de la época medieval y conserva restos de la primera muralla.

Plaza San Pedro de Jaca

Rincón histórico presidido por la magnífica Catedral de Jaca. Se comenzó a construir entre el año 1076 y 1082, en pleno reinado de Sancho Ramírez. Algunos elementos decorativos, como el crismón de la portada occidental y el ajedrezado Jaqués, influirían en todo el románico posterior. Alrededor preciosos comercios y establecimientos donde tomar una deliciosa tapa jacetana.