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En el paseo mágico que hacemos desde este blog a lo largo y ancho de la provincia, os traemos una propuesta de miedo: la Ruta de las brujas en el Alto Gállego. La leyenda recorre las esquinas de esta comarca. Id preparados porque os esperan sorpresas y escuchetes en los rincones que van desde Orna de Gállego hasta el Bosque del Betato.

Esta ruta está totalmente detallada en la guía Ruta de las Brujas del Alto Gállego, publicada por la Diputación de Huesca. La podéis adquirir por tan sólo 5 euros y os ayudará a comprender mejor qué se esconde tras esas piedras. Las brujas del Alto Gállego hicieron de las suyas sobre todo en los siglos XVI y XVII. Las fuentes de los estudios ponen como primera fuente escrita una acusación del año 1432, mientras que la última constancia data de 1619 y se trata de un desaforamiento del valle de Tena por brujería. No obstante, no sólo la fuentes escritas han dejado constancia de su presencia, sino que la comarca está llena de nombres y lugares que dejan lugar a la imaginación.

Con la guía en la mano conoceréis a los principales personajes que habitaron el territorio. La ruta comienza en Orna de Gállego, en pleno Valle de Tena, en la zona de la Galliguera. Allí las leyendas corren a la vez que la toponimia va dando sentido al recorrido. Parad en la fuente de la Bruja y leed la historia de las Dos Abuelas y la Silla del Moro de Belarra.

Tras dejar atrás ese punto dirigiros a Yebra de Basa, al norte de Sabiñánigo. Esta zona es privilegiada, ya que desde el monte Oturia se pueden ver los ríos Basa, Ara y Gállego. Un área que se considera especial, quizá por eso albergó tantos lugares donde realizar rituales. Los caminos que llevan desde Yebra de Basa hasta la ermita de Santa Orosia (plagados de lugares de culto) fueron visitados por muchos que se creyeron endemoniados, en busca de una cura para expulsar a los demonios de su cuerpo. Esto ocurrió hasta mediados del siglo XX. Hoy en día el 25 de junio, día de Santa Orosia, se repite la romería haciendo hasta ocho paradas simbólicas en el recorrido.

Otro destino a visitar en el Valle de Acumuer, por la margen derecha del río Aurín. Aquí trabajó un brujo, que venía de Biescas. Éste convenció a tres hombres del pueblo para ir a visitar a las brujas de Tolosa. A mitad de camino les entró miedo y regresaron. En Acumuer tendréis que descubrir el Bolo del Diablo, una piedra perforada, llena de misterio.

Camino de Biescas, os podréis adentrar en el Valle de Sía. Cerca de Gavín encontraréis un desvío que os conducirá hasta el pueblo abandonado de Espierre, donde se dice que habita el mismo diablo en un túmulo. En los alrededores hay numerosa toponimía relacionada con el demonio. Aquí podréis recordar la leyenda de las Dos Abuelas que habéis leído al comienzo del viaje, ya que se dice que sucedió en esta localidad.

La ruta sigue por Biescas y Santa Elena, llenos de nombres que hacen referencia a las brujas como las fuentes de Lamia y la de Mariguana. En Santa Elena se encuentra la Caseta de las Brujas y el Barranco de las Brujas. Por último visitad Piedrafita, donde a los vecinos se les conoce por el nombre de los brujos; después parad en Hoz de Jaca para observar el Huerto de las Brujas y la Cueva Encantada. Por supuesto, armaros de valentía para pasear por el Bosque del Betato (entre Peidrafita y Tramacastilla), donde se dice que se celebraban las reuniones de brujas.

Esto es un pequeño esbozo de todo lo que os vais a encontrar en la guía. Una excursión llena de sobresaltos y leyendas. ¿Seguirán las brujas por el Alto Gállego? 

Fuente de imágenes: Radiohuesca, Lacuniacha y Patrimonio Histórico