ENCANTARIAS, Las «Fadas» de la Ribagorza
Así es como en algunos lugares de la Ribagorza dan nombre a una clase de fadas, las LAVANDERAS, que tienden su colada en la noche de San Chuán.
Su hábitat natural es el agua, por lo que viven en el fondo de los barrancos y en los ríos, pero en las badinas donde el agua está calma. Son extremadamente huidizas y gustan de retozar y bailar en la hierba dejándose impregnar del rocío del amanecer.
Por las noches entonan tristes cantos que se confunden con el silbar del viento entre los roquedos de los barrancos. Si alguien consigue apoderarse de una de las prendas tendidas, se hace rico y afortunado. Lo lograron en Casa de Gaspar de Torre de Buira, en Casa Micolau, en Casa Chic de Santoréns y el propio FRANCESET, de Casa Francés de Castanesa.
Dicen que habitan Encantarias en Iscles, en el Prado de Casa Francés, en Castanesa, en el CASTILLO DE PEGAR de Alins de Isábena, encima de Erta entre Betesa y Pont de Suert, en la cima de Denuy y en el Forat de la Portella, subiendo a las Aras en Abella.
Existen dos leyendas en las que unos hombres consiguen establecer contacto con las encantarias, con distintas consecuencias. FRANCESET, que se ganó un trágico destino, y el ARRIERO DE ESPÉS, que conoció a una reina de las hadas.
Se dice que con una prenda robada a las encantarias, los DEBINADORES pueden deshacer los hechizos de las brujas.
Por extensión, en algunos lugares se utiliza también el nombre de Encantaria como sinónimo de FADA y BRUXA, en general y, a veces, para designar damas presas de un encantamiento.
Fuente: www.pasapues.es