La Giganta de Riglos, Leyendas de Huesca
Cuenta una vieja historia que en una aldea de la zona, Foz de Escalete, habitaba una extraña anciana de un tamaño tan gigantesco que atemorizaba a todos los habitantes.
Era hilandera y, además, tenía fama de bruja. Cansada de ser rechazada por todos, hizo aparecer de la nada las inmensas rocas, y con una fuerza sobrehumana las clavó junto al río Gállego para refugiarse tras ellas. Desde entonces se oculta allí, y casi nadie la ha vuelto a ver.
Pero dicen que la giganta bruja se aparece una vez al año, en la Noche de San Juan. Surge desde las alturas, se sienta sobre uno de los mallos, O Pisón, y desde allí, peina sus cabellos blancos mojando su peine en las aguas del río. Otros aseguran que apoya un pie en Peñarrueba de Murillo y el otro en Riglos, y se inclina sobre el río que queda en medio para remojar el lino con el que hila.
Un mágico enclave en la Hoya de Huesca. Porque Huesca tiene magia.