Bienvenidos a un viaje culinario por los sabores únicos de Huesca durante el invierno. Esta temporada nos regala delicias que calientan el corazón y el paladar, destacando la riqueza de sus productos locales.

1. Verduras de Invierno: Un Tesoro de la Huerta

El invierno en Huesca nos brinda joyas vegetales como el Bróquil de Huesca, una variedad de col casi desconocida fuera de la región. Este bróquil, que alcanza su máximo esplendor en el frío intenso, es apreciado por su sabor suave y versatilidad en la cocina, ideal para hervir y aliñar con aceite de oliva o incluir en platos creativos​​.

2. Potajes Reconfortantes: Boliches de Embun y Garbanzos de Lierta

Nada mejor que un buen potaje para los días fríos de invierno. Los Boliches de Embun y Garbanzos de Lierta son la base perfecta para estos platos. Estas legumbres de alta calidad se cocinan lentamente, fusionando sabores con verduras y carnes, ofreciendo una experiencia culinaria reconfortante y nutritiva.

3. Vinos del Somontano: La Compañía Ideal

Para acompañar estos platos, los Vinos del Somontano son una elección acertada. Con una variedad que va desde tintos robustos hasta blancos ligeros, estos vinos armonizan perfectamente con los sabores de la gastronomía invernal de Huesca, realzando cada bocado.

4. Carnes de Excelencia: Ternasco de Aragón y Ternera de Broto

El invierno también es tiempo de carnes de calidad en Huesca. El Ternasco de Aragón, tierno y jugoso, es la estrella de los asados y guisos, mientras que la Vaca de Broto ofrece un sabor intenso, perfecto para los amantes de la chuleta a la brasa.

5. Dulces que Endulzan el Invierno: Empanadicos de Calabaza y Almendras Garrapiñadas

Finalizamos nuestro viaje culinario con dulces tradicionales. Los Empanadicos de Calabaza y las Almendras Garrapiñadas son el toque dulce perfecto para cerrar una comida, combinando sabores y texturas que deleitan el paladar.

La gastronomía de invierno en Huesca es un reflejo de su cultura y su tierra: rica, variada y llena de tradición. Te invitamos a probar estos deliciosos platos, ya sea en los acogedores restaurantes locales o en tu propia cocina, para experimentar los auténticos sabores que hacen de Huesca un lugar mágico en invierno.