Porque Huesca tiene magia… escalar en Rodellar

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Os seguimos contando que Huesca tiene Magia. Tras asomarnos a miradores, hablar de leyendas y disfrutar del silencio, os proponemos descubrir la magia de Rodellar, un lugar de peregrinación para escaladores de todo el mundo, que acuden a trepar a través de este rincón del parque de la Sierra de Guara. ¿Por qué tiene tanta magia Rodellar?

Por su longitud…

Rodellar cuenta con más de 400 vías repartidas en 35 sectores para el disfrute de los roqueros. El barranco del río Mascún, con sus bóvedas, chorreras y desplomes, no resulta fácil, pero dispone de buenos accesos. Los escaladores, además, disfrutan de impresionantes panorámicas mientras practican su deporte favorito.

Por la calidad de su roca…

Tiene una roca caliza de excelente calidad, con chorreras y agujeros, y longitudes altas que ponen a prueba la capacidad de aguante de los escaladores más avanzados.

Por el buen rollo que se respira…

La llegada de escaladores de todo el mundo hace que en Rodellar haya muy buen ambiente tanto de día, en las rocas, en las pozas o en los alrededores, como de noche, en las calles de la población altoaragonesa, donde se produce un intercambio de las experiencias vividas en plena naturaleza.

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Y es que sin duda Rodellar es uno de esos lugares apartados y con encanto, donde se puede sentir la magia del silencio y de la naturaleza. Si os encontráis por la zona, os recomendamos visitar esta población dividida en dos barrios: el de la iglesia y la Honguera, con ejemplos de la arquitectura tradicional de esta parte del Somontano. También podéis acercaros a la iglesia parroquial de San Lorenzo, del siglo XVII, y a la ermita de la Virgen del Castillo, asomada a los acantilados del Mascún, al puente medieval de las Cabras y al despoblado de Cheto.

Imágenes: Enlavertical.com, Turismo Somontano.es