Antes de que llegue el otoño os vamos a recomendar una escapada al increíble Cañón de Añisclo, pero con una serie de paradas que la hará inolvidable e incluso disfrutaremos del último chapuzón del verano.

Comenzamos nuestro día en dirección a Aínsa, allí disfrutaremos de un paseo entre sus calles medievales, su castillo, del comercio local e incluso poder llevarnos algún delicioso producto gastronómico de la zona.

En nuestro caso decidimos comer en Aínsa, y así disfrutar de uno de sus magníficos restaurantes de cocina tradicional, tenéis también en la plaza una estrella Michelín (Callizo) y para los que sean amantes del pic-nic, a las afueras de Aínsa disponéis de un precioso merendero con vistas a la villa, con zona de ocio infantil, bancos y mesas e incluso barbacoa.

De allí nos dirigimos hacia el Cañón de Añisclo, cogemos rumbo Escalona, y en la rotonda cogemos la salida hacia el Cañón de Añisclo, pasaremos enseguida por Puyarruego y ya nos encontraremos con la entrada a uno de los cañones más impresionantes, salvajes, bonitos y mil calificativos más!, que tenemos en nuestra provincia.

Nos encontramos en pleno parque nacional y eso se nota.

Es de sentido único, así que disfrutad de cada curva, de la altura, de las preciosas pozas y saltos del río Bellos que vamos viendo desde el coche, id parando por los diferentes miradores, hasta que al final de la carretera nos encontremos con el parking de la circular de San Úrbez.

Sin duda podemos decir que esta excursión es la más sencilla y popular del Cañón de Añisclo, donde descubriremos la ermita de San Úrbez enclavada en la roca, el puente medieval del mismo nombre, precisas cascadas, miradores hacia el salvaje cañón y un entorno de cuento que hará que no olvidemos esta preciosa excursión por el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.

Es apta para todos los públicos (aunque no accesible para personas de movilidad limitada)

Duración: 60 minutos

Una vez en el parking de Añisclo, o donde nos haya dejado el autobús y cogeremos el camino marcado bajo el cartel del circuito. está perfectamente señalizado así que no tendréis dificultad.

Tras los primeros pasos lo primero que encontraremos es un desvío hacia la derecha para visitar el antiguo molino, utilizado en otros tiempos para moler el cereal y también para generar la energía eléctrica que era aprovechada por los pueblos del entorno.

Retrocedemos y remontaremos el camino, lo siguiente que nos espera es el río Aso, que se descuelga en forma de bellas cascadas. Y donde seguro que encontramos a barranquistas disfrutando del río.

Seguiremos el camino disfrutando de las vistas, miradores hacia el cañón, el río en todo su esplendor y por último una pequeña subida y nos encontraremos con la inconfundible Ermita de San Úrbez, santo y pastor que vivió en esta cueva en el siglo VIII.

La verdad que la vista impresiona cuando la ves de cerca por primera, enclavada en la roca la hace sin duda un lugar muy especial que rebosa espiritualidad. Descansamos en la sombre de la impresionante roca y disfrutamos de las increíbles vistas que tenemos delante.

Para terminar, nos encontraremos con el Puente Medieval de San Úrbez, suspendido 30m en un estrecho sobre las aguas del río Bellós. ¡Sentirás el vértigo :)! Una foto para el instagram y ya nos dirigimos en pocos metros al parking donde tenemos el vehículo.

Toca volver a Puyarruego, pero esta vez lo haremos por Vió y Buerba, donde tenéis que realizar una parada obligada en el Mirador del Cañón de Añisclo, donde descubrimos la gran grieta en la tierra que es el cañón de Añisclo, sin duda una de las vistas que más impresiona al turista!

Y por último, nos dirigimos a Puyarruego para disfrutar de un refrescante chapuzón en las pozas del río Bellos, situadas debajo del puente. Un lugar idílico que en tendremos pozas, toboganes de agua naturales e uncluso una pequeña cascada que hará que remate esta jornada tan bonita e inspitadora hemos disfrutado en el día de hoy.

¿Os ha gustado esta mini ruta?, mandarnos muchas fotos si decidís hacerla :).