Ruta por el románico lombardo en la Ribargoza

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La Ribargoza es un territorio lleno de historia. Prueba de ello son los numerosos vestigios que se conservan a día de hoy a lo largo y ancho de su geografía. Hoy os invitamos a conocer varios de sus monasterios. ¿Preparados? Allá vamos.

Esta ruta de los monasterios es una recomendación de Ribagorza Turismo, dentro de su apartado de itinerarios para realizar en coche. En ella vamos a visitar tres monasterios: Monasterio de Alaón, el Monasterio de Santa María de Obarra y el Monasterio de los Santos Justo y Pastor de Urmella. Son 70 kilómetros para conocer de primera mano el pasado románico del lugar.

Monasterio de Alaón

Monasterio de Alaón

Se sitúa en la localidad de Sopeira. Perteneció a la Orden de San Benito. Se cree que tiene sus orígenes en el siglo VI, aunque el edificio que se conserva pertenece al siglo XI y sigue las pautas del románico lombardo. Estuvo en uso hasta la desamortización de Mendizábal en 1836. Sufrió daños durante la Guerra Civil, pero se ha restaurado para su conservación. Su iglesia, todavía en uso, está dedicada a Nuestra Señora de la O. Además posee uno de los cartularios más importantes del Medievo con documentos datados desde principios del siglo IX hasta el siglo XIII.

Monasterio de Santa María de Obarra

Obarra

Este lugar tiene una larga historia que comenzó a escribrirse en el siglo IX. Fue en su inicio cuando gozó de mayor esplendor. Posteriormente quedaría relegado a un papel secundario a la sombra del Monasterio de San Vitorián. Destaca la Iglesia de Santa María de estilo románico lombardo. Es Bien de Interés Cultural desde 1931.

Monasterio de los Santos Justo y Pastor de Urmella

Urmella

Este monasterio se fundó en el siglo X por los Condes de Ribargoza cerca de unas minas de plata y cobre. Guarda como los anteriores un estilo románico lombardo. También pasó a ser un prioriato de San Vitorián. Se sitúa próximo a Castejón de Sos, en un pequeño rincón a 1.250 metros de altura. Hay que destacar su portada, que aparece flanqueada por pilastras estriadas y coronada por un arco con un frontón triangular.

¿Os ha gustado la ruta? Pues no esperéis más y a disfrutarla en primera persona.