Ruta por los Puentes más impresionantes de la Sierra de de Guara 💦

Puente de Fuendebaños. Fotografía de Víctor Usieto

Con sus numerosos ríos y su población dispersa en pequeños núcleos, el Somontano ha estado cruzado por multitud de caminos que debían salvar tramos muy peligrosos y congostos. Pero aunque los ríos obstaculizaban la comunicación, en el pasado no fue corriente la construcción de puentes de piedra. Cuando no se podía contar con ellos, la alternativa fueron estructuras de madera o simples troncos sobre un río.

Los puentes de piedra eran un lujo que requería grandes inversiones. Sólo los reyes, los ricos y poderosos podían asumir los gastos de su construcción. Además, también era necesaria la presencia de maestros ponteros especialistas, buenos conocedores del oficio. Por todo ello, su construcción sólo se acometía en cauces peligrosos, en ríos de gran caudal y puntos de fuertes desniveles.

En el entorno de Alquézar hubo al menos 3 puentes, el de Fuendebaños, el de la Albarda y el de Villacantal, lo que denota su importancia como encrucijada de caminos.

Fuente y más info en «Turismo Somontano»
Puente de Fuendebaños. Fotografía de Víctor Usieto

Puente de Villacantal en Alquézar

A través de este puente se cruzaba el Vero por el camino que desde Sobrarbe bajaba a Barbastro. Situado a la salida del cañón del Vero, contribuye con su presencia a incrementar la belleza de este entorno, uno de los más espectaculares del Somontano.

Si te acercas hasta allí te sorprenderá la innecesaria anchura del tablero de este puente que ponía en comunicación la estrecha y empinada senda de ambas orillas.

Su presencia en un punto de tan dificultoso acceso por ambas laderas sólo se justifica por la importancia que tuvo Alquézar como distribuidora de comunicaciones en tiempos pasados.

Presenta peculiaridades que lo diferencian de todos los puentes del Somontano: planta acodada en ángulo, dos ojos, uno en arco ligeramente apuntado y otro de medio punto, un tramo del tablero recto y otro levemente inclinado, ausencia de pretil…

Aunque la tradición oral atribuye su construcción, como la de muchos otros puentes de piedra, a los romanos, se trata de una obra del siglo XVI.

Puente de Villacantal. Fotografía de Carlos M.M.

Puente de l’Albarda en Alquézar

Erigido hacia el siglo XIII, es uno de los más antiguos conservados en el Somontano y también de los más bellos. Por él se de accedía a Colungo y a la sierra desde el camino de Barbastro.

La precisión de su montaje, el excelente corte de la piedra y el hecho de que haya sobrevivido a los fuertes envites del Vero, dan cuenta del buen hacer de los maestros ponteros que lo construyeron. Algunas marcas en las dovelas que conforman el arco indican que contaron con grúas elevadoras para facilitar su montaje.

El perfil a dos vertientes del tablero, formando el «lomo de asno» característico de los puentes medievales, le aporta una esbelta y elegante silueta incrementada por la considerable luz y altura de su único arco. De hecho su nombre popular, de la “albarda” hace referencia al aparejo que las caballerías de carga llevan sobre el lomo.

Puente de l’Albarda de Alquézar. Fotografía de Claudia Sc.

Puente de Fuendebaños en Alquézar

El nombre de Fuendebaños tiene relación con la fuente situada aguas abajo. El agua del manantial sale a una temperatura constante, por lo que da la sensación de ser caliente en invierno. De ahí que en algunos documentos medievales se le llama de Fontes Caldas.

Este puente también se conoce como Puente de Asque, porque el camino de la orilla izquierda remonta por esta localidad hasta Colungo y Naval.

Puente de Fuendebaños. Fotografía de FELIX GRACIA