Hoy 17 de enero la provincia se reúne a la luz de las hogueras para pasar unas horas entre vecinos por la festividad de San Antón. Una fiesta de origen religioso que ha ido tomando un cariz más social en los últimos años.

La celebración suele comenzar el día 16 cuando el sol desaparece con el encendido de las brasas en muchas plazas y calles de la provincia. Esta fiesta tiene al fuego como uno de sus elementos mágicos. Además, hay que recordar que es ahora cuando la temporada de matacía comienza. Por ello, no es de extrañar que el chorizo y demás embutidos acompañen a las patatas y al vino en las reuniones. Son momentos de convivencia con los vecinos para disfrutar, reír, cantar…

Esta festividad tiene lugar en honor a San Antón, patrón de los animales. Por eso no es raro que numerosos pueblos de la provincia, como tradición, se encomienden al santo para que cuide sus animales. Esta costumbre sigue patente, con la bendición el día 17 de muchas mascotas, que se acercan hasta su parroquia para recibir el agua que los protegerá durante el año. Eso sí, ahora predominan los perros y los gatos entre los bendecidos, más que los rebaños como sucedía antaño.

La celebración se extiende a lo largo del día 17 y muchas localidades de la provincia tienen rituales marcados. En Fraga se realiza la rifa del “Tocinet de San Antón”. Se bendice la repostería, que luego se comerá en las cenas y se subasta. Lo mismo ocurre en otras localidades como Capella, Perrarúa o Graus donde llevan a cabo la “pllega”, recogiendo comida por las casas por la mañana para subastarla entre los vecinos. Cada uno de los municipios recoge fondos para un fin u otro. En Alquézar se peregrina hasta la Ermita de San Antonio, donde se reparte torta y vino. En Zaidín celebran una de sus fiestas con tradiciones como las hogueras o la romería a la ermita que se combinan con otras actividades para todos los públicos. En Huesca se enciende una hoguera, controlada por los bomberos, y se reparten patatas asadas entre los asistentes.

Se puede decir que San Antonio es una fiesta de todos los oscenses, ya que se celebra en numerosos enclaves del Alto Aragón.

Fuente de imágenes: Ronda del Somontano y Senderos de Asfalto