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La provincia se prepara para celebrar esta semana San Antonio, una fiesta que llena de fuego, bendiciones y reuniones muchos puntos de la geografía del Alto Aragón. El próximo 17 de enero es San Antonio Abad, también conocido como San Antón ¿Os apetece conocer un poco más sobre esta festividad tan extendida en Huesca?

San Antonio Abad fue un monje cristiano del siglo IV, uno de los primeros ermitaños del cristianismo. Se cuenta que en vida obró milagros con los animales, llegando a curar a unos jabatos que estaban ciegos. De ahí que la madre de los jabatos decidiera acompañar siempre a San Antonio, dándole protección. Siglos más tarde la Iglesia cambiaría el jabalí por un cerdo,  quien se representa siempre junto a él. Desde tiempos inmemoriales, se le conoce como el patrón de los animales, por eso los agricultores altoaragoneses se encomendaban al santo para que cuidara de sus animales domésticos. Las peticiones al santo tenían la finalidad de que estos estuvieran sanos y rindieran en sus trabajos de campo. La celebración ha evolucionado con el paso de las décadas y ha derivado en una festividad social, donde sí que se siguen bendiciendo a los animales, pero más que para que trabajen para que tengan salud y vivan muchos años junto a sus dueños.

Normalmente la fiesta de San Antonio comienza la noche anterior, la que va del 16 al 17. Es entonces cuando se encienden las hogueras en los pueblos aragoneses. En muchos de ellos, hay más de una hoguera. Cada calle prende su fuego y es una excusa para que todos los vecinos compartan una velada de convivencia (Sobre todo se hace en la calles que llevan de nombre San Antonio). Además del fuego purificador, la cosa se anima con vino y con pataticas asadas y chorizos, longanizas, pancetas... El Alto Aragón está en pleno proceso de matacía, así que antaño la casas tenían recién elaborados estos productos. Hacerlos en el fuego de San Antonio les daban incluso un sabor especial.

Tras una noche más larga o corta, dependiendo de las ganas de cada uno, el día de San Antonio continúa con sus tradiciones ya con el sol en lo alto. Algunas hogueras ya se han apagado, otras continuarán vivas unas horas más. Pájaros, perros, gatos, caballos o peces son algunos de los animales que más se repiten a la puerta de las iglesias. Ese día, después de misa, el párroco de las diócesis bendice a los animales con agua bendita. También, en algunos puntos, era tradicional tomar un vermú, que tenía que ser pagado por aquellos que se llamaran Antonio y celebraran el santo ese día. En algunas localidades se bendice también repostería, que luego es servida en las comidas de ese día en las diferentes casas. En varios lugares se conoce como Pan de la Caridad. Muchos pueblos aprovechan la festividad y organizan comidas populares este día. La actividad se puede alargar toda la tarde y más este año que San Antonio cae en viernes. Igualmente, hay que resaltar, que varias localidades de la provincia celebran sus fiestas de invierno coincidiendo con este santo.

¿Celebráis esta festividad? ¿Nos contáis como?

Fuente de imágenes: Diócesis de Huesca y Memoria Aragonesa