La comarca más oriental del Pirineo aragonés está llena de lugares que merecen la pena ser visitados al menos una vez en la vida. ¿Queréis conocer algunos? Os proponemos un fin de semana en la Ribargoza.

Rica gastronomía

Graus es la capital de la Ribargoza. Por eso queremos comenzar la visita en su casco histórico, en el que no os podéis perder su Plaza Mayor porticada con sus casas nobles y edificios renancentistas. De Graus tampoco os podéis ir sin probar uno de sus manjares: la longaniza. Su sabor la han convertido en una de las más conocidas de España, y no es para menos. De hecho, hasta tiene su propio día festivo, el Día de la Longaniza, que tiene lugar el último fin de semana de julio. Otro de los productos que deberíais probar es la trufa. La trufa de la Ribagorza crece salvaje manteniendo todo el sabor de la tierra en su interior. Durante los meses de invierno, Graus acoge un mercado de la trufa, que abre los sábados, ofreciendo la posibilidad de adquirir este delicioso tesoro de la zona. Tampoco hay que olvidar de hincar el diente a sus quesos, miel, chocolate y setas y para pasar todo nada mejor que un vaso de su agua mineral.

Patrimonio histórico

Hay numerosos puntos de interés histórico en el territorio. Desde la prehistoria hasta el presente. Se pueden descubrir pinturas rupestres en Remosillo (de difícil acceso) o dólmenes megalíticos como los de Cornudella cerca de Hostalet. Los romanos también dejaron su impronta en la zona y de esos siglos queda el impresionante yacimiento de Labitolosa, en la Puebla de Castro. Saltando en el tiempo hasta el Medievo, podréis recorrer las calles de Roda de Isábena, sin dejar de visitar la Catedral de San Vicente o dejaros caer por el Monasterio de Obarra, una joya del románico. La Ribargoza es una tierra llena de tesoros románicos dispuestos a ser descubiertos.

¿En la Ribargoza?

Esta comarca sorprende con algunos sitios qué no esperaréis encontraros en pleno Pirineo. El más llamativo es el Monasterio Budista de Panillo. Un templo construido bajo los preceptos de la religión asiática, donde los monjes se retiran para la meditación. Se puede visitar y seguro que no os dejará indiferentes. Otra oferta llamativa es el Parque de Las Brujas en Laspaúles o el Museo de la Tortura, también el Laspaúles.

Naturaleza y deportes de aventura

Por supuesto, la Ribargoza es naturaleza. El Parque Natural de Posets y Maladeta os espera con todas sus posibilidades que van desde propuestas senderistas hasta escalada, sin olvidar el esquí de montaña en invierno con la estación de Llanos del Hospital. En la Ribargoza también podréis deslizaros por la Estación de Esquí de Cerler, con pistas de esquí alpino. Si os gusta el movimiento podéis volar en parapente en Castejón de Sos o hacer rafting en las aguas del río Ésera.

Rutas en coche o en moto

Desde la página de Turismo en la Ribargoza nos proponen bastantes rutas para realizar en coche o en moto con el fin de conocer todos los rincones de la comarca. Entre ellas se encuentra la Ruta de los Puentes Medievales del Isábena, la de los Balcones del Pirineo o la Subida al Ampirú. ¿Con cuál te quedas?

Fuente de imágenes: Cerler, GPS HuescaLaMagia, Patrimonio de Aragón, Turismo de la Ribargoza y Románico aragonés