Un viaje al pasado: el castillo de Loarre

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¿Queréis hacer un viaje al pasado? Una apuesta segura es desplazarse hasta el Castillo de Loarre, único en su especie, ya que es el castillo fortificado más antiguo de España. La fortaleza está ubicada en el alto de un peñasco, imponiendo su silueta en el llano entorno, bien controlado desde la muralla y sus torres, por lo que la vista mientras se recorre la carretera que lleva hasta el pie del monumento es espectacular. Desde su atalaya, ha visto pasar culturas, civilizaciones, batallas, treguas, amores, desencuentros, estilos, modas, creyentes, infieles, conservadores, renovadores, políticos, peliculeros, turistas… De hecho, el director Ridley Scott eligió este enclave para rodar las primeras escenas de la película «El reino de los cielos».

Esta fortaleza y palacio real a la vez es el que mejor conserva su estructura arquitectónica original, románica del siglo XI, en España, y en su interior alberga la Iglesia Mayor, dedicada a San Pedro y erigida por mandato de Sancho Ramírez, la más notable del románico europeo y muy bien conservada. El templo destaca por la complejidad de su planta, la gran cúpula de 26 metros de altura con doble trompa, el ábside semicircular y sus numerosos capiteles decorativos. El arte escultórico diferente de lo que se observa en el resto de Aragón, ya que se aprecian los primeros retazos del románico cluniacense francés.

La escalera que pasa por debajo de la iglesia está cubierta por una bóveda de cañón y es una obra magnífica en sí misma, tanto en arquitectura como en diseño.  Da paso a la cripta de Santa Quiteria, conectada con el prebisterio del templo a través de una angosta escalera.

El castillo actual es el resultado de la edificación en diferentes etapas: sobre el núcleo lombardo de Sancho III El Mayor de Navarra se adosaron estructuras posteriores, como se observa en el siguiente mapa.

Al recinto amurallado se accede a través de una puerta entre dos torreones semicirculares que conducen al espacio descubierto en el que se encuentra la torre del vigía (albarrana). A través de ella se llega a la única puerta de acceso a la edificación, adornada con capiteles románicos.

Una vez dentro se suceden los torreones, los pasadizos y los arcos de medio punto. Una de las joyas del castillo de Loarre es la torre de la Reina, una elegante edificación lombarda que se distingue por la galería de ventanas geminadas en lo más alto de su estructura. Tampoco hay que desdeñar la visita a la torre del Homenaje, una de las torres militares mejor conservadas del siglo XI. Sus 22 metros de altura destacan sobre el resto de la fortaleza.

Torre del Homenaje
Torre del Homenaje
Terminamos el recorrido con una mención a las murallas que rodean el castillo de Loarre, a lo largo de unos 200 metros. Once torreones semicilíndricos y uno cuadrado unen el muro, de considerable espesor (metro y medio).
Si queréis ver esta magnífica fortaleza con vuestros propios ojos, podéis hacerlo en horario de 10.00 a 19.00 hasta el 15 de junio, y de 10.00 a 20.00 en verano. Las entradas cuestan 3,9 euros, y 5,5 euros con visita guiada. Toda la información sobre visitas y precios la podéis encontrar en la página web del Centro de Visitantes del castillo de Loarre. En dicha página también encontraréis visitas a caballo y los próximos eventos.