#huescalamagia
#queverenhuesca
#huescahistoria

Frente al Casino se erige en el centro de Huesca, en la Plaza de Navarra, conocida por los oscenses como Plaza Zaragoza, la Fuente de las Musas o de las Ninfas, signo del crecimiento y de la riqueza de la ciudad a finales del siglo XIX. Sus dorados atraen las miradas de todos los viandantes. Recientemente restaurada, luce como antaño, alegrando la vista de aquellos que eligen este lugar para descansar en uno de sus bancos o para quienes simplemente pasan por delante.

La Fuente tiene su origen en un prototipo que fabricó la Fundición Durenne para la Exposición Internacional de Londres en 1862 como se recoge en esta investigación y donde se señala que existen réplicas casi exactas en lugares como Edimburgo:

[box] La Fuente de las Musas tiene su origen en un prototipo de fuente que la Fundición Durenne presentó en primicia en la Exposición Internacional de Londres de 1862 realizado a partir de un modelo del destacado escultor y decorador francés Jean-Baptiste Jules Klagmann (1810-1867), muy activo durante la época de Napoleón III. Dicho prototipo, que gustó mucho, fue adquirido por Daniel Ross, quien lo donó a la ciudad de Edimburgo, siendo la que se conoce como Fuente Ross. En vista del éxito, Durenne decidió introducir el prototipo en su catálogo de fuentes y producirlo en serie añadiéndole una taza y cuatro esculturas de hipocampos montados por amazonas (modelo “X”), pero no sólo eso, sino que, con el fin de llegar a más clientes, decidió elaborar otras dos variantes del mismo. Por un lado creó una versión idéntica pero de menores dimensiones (modelo “Z”), de la que existe un ejemplar en la ciudad brasileña de Pelotas instalado en 1873, y por otro una versión también de menores dimensiones y además simplificada, a la que corresponde precisamente la Fuente de las Musas de Huesca (modelo “U”) y de la que existía otro ejemplar, hoy desaparecido, en Porto Alegre (Brasil), instalado en 1866.

Fuente: www.huesca.es[/box]

¿Por qué se construyo esta fuente en Huesca? En 1881,el Ayuntamiento de Huesca  aprobo la traída de aguas potables a la ciudad desde el Manantial de San Julián de Banzo. En el contrato de concesión venía especificado que quien trajera el agua tenía que levantar una fuente monumental. Tras varios años de trabajo, la Fuente de las Musas quedó inaugurada el 10 de noviembre de 1885.

Los materiales utilizados para su construcción fueron el hierro fundido, la pintura y la piedra, esta última proviene de la localidad oscense de Bandaliés. La fuente se encargó a dos autores. Por un lado el pedestal de la taza  fue responsabilidad del arquitecto Federico Villasante, y la parte figurativa fue obra de Enrique Blodeau. La parte de hierro fue fundida en los talleres zaragozanos de Averly y se siguió el ejemplo de los diseños de Antoine Durenne, De hecho aparece una inscripción al pie de la misma donde está el nombre del francés como autor de la obra.

En el zócalo arranca la fuente de hierro estructurada con un grueso fuste. Allí están las ninfas de mar, sentadas, con un cántaro desde donde cae agua sobre la venera (concha). Lo más destacado de la fuente es la presencia de las cuatro musas. Son cuatro figuras femeninas estilizadas, alegóricas, que representan mediante instrumentos que llevan en su mano la poesía (lira), la industria (prensa de vino de miniatura y un martillo), la ciencia (esfera) y la pintura (paleta de pintor). Entre las cuatro, está el fuste de la fuente, en forma de pseudocolumna. Además, la fuente se remata con otro nivel donde existe otra salida de agua en su parte alta, acabada con una piña.

Es un lugar para pasar el tiempo y detenerse, escudriñando la mirada y descubriendo el simbolismo que encierra cada una de sus figuras. Del mismo diseñador, Antoine Durenne, también podemos encontrar en Huesca otra fuente, la de la Moreneta, situada en la Plaza de la Catedral.

Fuente: www.huesca.es