#HuescaLaMagia

#HuescaHistoria

#RecreacionesHuesca

Una niña de 1 año, Petronila, casada con un joven de más de veinte años, Ramón. Este matrimonio de Estado, pactado un 11 de agosto de 1137 en la plaza de la Candelera de Barbastro, y consumado catorce años más tarde en el castillo de Lérida, fue el origen de la Corona de Aragón.

Petronila, reina de Aragón, fue entregada por su padre el rey Ramiro II el Monje al joven conde barcelonés Ramón Berenguer IV ya que no quería asumir las tareas de gobernar. Con esa unión se sellaba un pacto político para crear un Estado que dominó durante siglos una gran parte de la península ibérica y del mar Mediterráneo.

La plaza de la Candelera fue el corazón de la ciudad medieval de Barbastro y hoy lo es del barrio del Entremuro. Allí se conserva el lugar exacto donde se sellaron los Esponsales entre la corte aragonesa y la catalana para crear un reino que se extendería por el Sur de la península, por Francia, el Levante y el Mediterráneo.

Una placa recuerda estos esponsales pero desde hace dos años, sus protagonistas han descendido de la leyenda que los recuerda para encarnarse en actores que muestran cómo pudieron suceder estos hechos y convertir así –una vez más, la historia en reclamo turístico.

La iniciativa parte de la Asociación de Empresarios de Barbastro junto con el grupo Tam Tam Comunicación y Medievalia, una sociedad especializada en recreaciones históricas como la Feria del Renacimiento de Fonz, el Homenaje de Mont – Rodón en Monzón, entre otras.

A estas entidades hay que sumar el apoyo institucional del Ayuntamiento, Comarca del Somontano, Diputación Provincial de Huesca, Gobierno de Aragón y la sociedad de promoción turística TuHuesca – Turismo del Alto Aragón. Todos ellos son conscientes del potencial que tiene esta trama y desde el pasado año decidieron apoyarla para crear un evento turístico en pleno puente del 15 de agosto.

El evento, que recibe el nombre de ‘Barbastro, Cuna y Corona’ reúne todos los alicientes para convertirse en un referente del turismo cultural: hechos basados en la historia fidedigna, una cuidada puesta en escena con trajes medievales confeccionados para el evento, el compromiso de compañías de teatro local así como de asociaciones de barrio y vecinos, y este año de forma sonada con la presencia de grupos de recreacionistas llegados de otras partes de Aragón, Cataluña, Valencia o Madrid.

Alrededor de un centenar de personas han participado en los diversos actos que se han desarrollado este viernes y sábado y que han convertido a Barbastro en una auténtica villa medieval.

Cortejo fúnebre, justas y mercado

Las calles del centro de la ciudad vistieron sus mejores blasones para acoger un mercado medieval que reunió a más de medio centenar de comerciantes y artesanos.

Mientras que en puntos simbólicos de la ciudad se desarrollaban representaciones teatrales y recreaciones históricas. La primera fue el viernes por la tarde en la mismísima plaza de la Candelera. Un grupo de actrices y actores pusieron en escena la obra ‘Yo soy Petronila’, una dramatización – que reivindica el papel de las mujeres – sobre la figura de esta reina aragonesa en tres momentos de su vida: como adolescente, embarazada de su primogénito y al final de su vida, dictando testamento.

Al caer la noche, comenzaron las solemnes exequias del rey Alfonso el Batallador (hermano de Ramiro II y tío de Petronila), con el rito del lavado y preparación del cuerpo. El cortejo fúnebre condujo el cadáver por la calle las Fuentes y puente del Portillo, donde se consumó el ritual de Correr las Armas, hasta llegar a la plaza del Museo. En este escenario, se recreó el ceremonial de las exequias, con el que daba por terminada la primera jornada de los Esponsales.

El sábado 15 de agosto fue una auténtica fiesta en Barbastro. La ciudad contó con gran animación ya desde primeras horas de la mañana con la instalación del Mercado Medieval y la apertura del campamento recreacionista en el que unas sesenta personas vivieron a la manera propia del siglo XII. Fue un auténtico museo viviente y al aire libre de la Alta Edad Media para mostrar vestimentas, armas, aperos y útiles, y presenciar cómo se desarrollaban duelos a espada o el tiro con arco.

La actividad se trasladó al mediodía a la plaza del Mercado donde una nutrida presencia de vecinos y turistas aclamaron la llegada de los protagonistas del evento, el rey Ramiro II y su corte aragonesa, y la venida del conde de Barcelona Ramón Berenguer que mostró sus dotes de caballero cruzado en una exhibición de armas contra un paladín de su guardia.

Pero sin duda el momento más espectacular de los Esponsales se vivió en la plaza de Toros con la celebración de un torneo que el rey Juan II organizó en honor a sus antepasados Petronila y Ramón Berenguer IV. El torneo se desarrolló de acorde a la normativa de las justas del siglo XV, época en la que vivió el rey Juan II, padre de Fernando el Católico. En él participaron caballeros, mariscales y hombres de armas de los reinos de Francia, Inglaterra y Aragón.

Una de las novedades del torneo fue una exhibición de cetrería que hizo las delicias del público que abarrotó la plaza y vibró con el desarrollo de unas justas que se fueron para la casa inglesa de Lancaster. Un divertido entretenimiento para niños y mayores, así como una forma amena de conocer cómo eran unas justas, con el máximo rigor histórico, a cargo de Medievalia y Héroes Legendarios.

Los Esponsales

Al caer la noche llegaría el momento más solemne. La teatralización de los Esponsales ante una abarrotada plaza de la Candelera, casi novecientos años después. El escriba binefarense Ricardo Vicente –uno de los mejores calígrafos de España- reprodujo fielmente el acuerdo de los esponsales que se encuentra en el Archivo de la Corona de Aragón en Barcelona. Mientras, Ramón Berenguer, Ramiro y su esposa Inés de Poitou, la pequeña niña Petronila, obispos, monjes y demás representantes del clero, de la aristocracia, damas, doncellas y un juglar encarnaron cómo pudo ser el juramento entre ambas casas para engrosar el Reino de Aragón, desde entonces Corona.

Darío Español, responsable de Medievalia, destaca de la reciente edición la presencia de los recreacionistas en una de las novedades como ha sido el Campamento Medieval “y el aumento de la calidad y de la espectacularidad. Cada año crecemos sin perder el rigor que es lo que nos define y que gusta al público”.

Desde la Asociación de Empresarios de Barbastro se da por bueno este segundo certamen de los Esponsales de Petronila y Ramón Berenguer. Su gerente, Elena Cidad, considera que este evento histórico “tiene que darse a conocer y convertirse en un motor turístico para Barbastro. Es una recreación muy trabajada y se va a convertir, con el apoyo de los colectivos vecinales, en uno de los principales actos de promoción de la ciudad”.

Galería de Imágenes

Fuente texto: José Luis Pano

Fuente Imágenes: Alejandro Lansac