¿Queréis degustar las pequeñas delicias que más de cien establecimientos en la Hoya de Huesca están preparando? La espera llega a su fin mañana, cuando comience oficialmente la décimo segunda edición del Concurso de Tapas de Huesca, que tendrá lugar hasta el próximo 24 de noviembre. La creatividad regresa a las barras de los restaurantes y bares de la capital altoaragonesa y de otras seis localidades de la comarca, y lo hace en forma de miniatura, y con formas y sabores que sorprenderán, un año más, a los locales y visitantes que se acerquen para disfrutar de este certamen.

Ciento cinco establecimientos participan en esta edición del concurso, organizado por Diario del Altoaragón y la Asociación de Hostelería y Turismo de Huesca. El presidente de dicha asociación, Roberto Pac, apuntó ayer en la rueda de prensa de presentación que «las tapas son magia y los cocineros los magos», al tiempo que añadió que ellos son «los que se motivan todos los años y tienen creatividad». Sin duda, estos diez días son un momento idóneo para disfrutar de la magia de la gastronomía de Huesca, tanto la más tradicional como la más innovadora, y que siempre lleva asociados los ingredientes de la tierra.

Las tapas

¿Qué nos podremos encontrar en el Concurso Huesca de Tapas? En el apartado de carnes podemos catar, por ejemplo, un pollo hispano japonés sobre crujiente de arroz, hasta una torrija de longaniza de Graus con reducción de Viñas del Vero y Coca-Cola, unos panallets con pipas, codorniz con foie, un sandwich club o un chupa chups, ambos de ternasco. En cuanto a pescados, podemos encontrar, entre otros, una brocheta de chipirón crujiente, escabeche de trucha del Grado, versiones con influencia oriental como el alga nori rellena de bacalao o el bacalao thai, el rape a la vista, o  croquetas de bacalao o chipirones.

También destacamos otros con productos de la tierra como el capricho de melocotón con vino o la quesada con requesón de Radiquero, helado de tomate rosa, compota de melocotón y almendras garrapiñadas. Pero la creatividad no solo está entre los fogones, sino que algunos nombres también destacan, dejando en incógnita el contenido de sus elaboraciones. Es el caso de «La penúltima» y «La última», «Andando» o «En bici» (en referencia a la reciente peatonalización de la ciudad), o «¡Para quitarse el sombrero!».

La tapa con bebida (caña, agua, refresco o vino) cuesta 2,5 euros. Podéis consultar el listado de participantes en la página web oficial del concurso. Os dejamos el mapa «tapero» para que vayáis pensando en vuestra ruta ideal. ¡A disfrutar de la magia de la gastronomía! Descargar mapa