Os invitamos a cerrar los ojos durante un segundo y analizar todos los sonidos que os rodean. Probablemente escucharéis a algún vecino, o música, o tráfico, o una obra trabajando cerca, o los ladridos de un perro. ¿Os habéis parado a pensar la contaminación acústica que tenemos en nuestro día a día? Porque el silencio es cada vez más valorado… os vamos a proponer unos lugares en los que huir del ruido por unos días y disfrutar de la magia de la tranquilidad en la provincia de Huesca. Para acompañarnos en este paseo por los sentidos, os pediremos, esta vez, que tengáis bien abiertos los ojos.

Unos claustros románicos

La palabra «claustro» viene del latín «claudere», y es sinónimo de «cerrar» o de clausura. Los claustros eran en monasterios e iglesias y servían lugares de paso entre estancias, pero también bellos sitios abiertos, normalmente con columnas y jardines, que servían de recogimiento para los religiosos. Os proponemos un viaje al pasado, concretamente a una de las iglesias románicas más antiguas de España, que guarda en su interior un tesoro. Nos referimos a los claustros de la iglesia de San Pedro el Viejo, en la ciudad de Huesca. No podéis dejar de visitar  el panteón de los reyes aragoneses Alfonso I el Batallador, y Ramiro II el Monje, que se sitúa en una habitación anexa al claustro.

La vida del monasterio

Nuestra siguiente parada es en el corazón del Sobrarbe, concretamente en el que se dice que es el monasterio más antiguo de España, ya que fue construido en el siglo VI. Recientemente restaurado, es una joya arquitectónica donde se puede descubrir la magia del silencio de la antigua vida monacal. No es de extrañar que se eligiera este lugar para levantar el templo, ya que se sitúa en un enclave privilegiado, en el Pueyo de Araguás, con un bello paisaje donde coger aire y perder la mirada en el infinito puede ser una buena opción.

Un templo budista cerca de Graus

A 9 kilómetros de Graus, en la Ribagorza, se sitúa un templo budista, donde la paz que se respira es una tentación para aquellos que busquen una jornada (o jornadas) silenciosa. ¿Cómo ha llegado un templo budista a la provincia de Huesca? Tres lamas lo fundaron este santuario sacado del Tíbet como monasterio de Dag Shang Kagyu. Hoy en día sirve de refugio espiritual, y desde luego merece una visita.

Pueblos abandonados en el valle de la Solana

Nuestra última parada de este viaje silencioso es el valle de la Solana. Allí hay más de una docena de pueblos que fueron abandonados en el siglo XX, primero por la carencia de infraestructuras básicas y la emigración a las ciudades, y luego por la expropiación para el pantano de Jánovas, que no se llegó a construir. A estos núcleos solo se accede por pistas forestales, y todos ellos presentan un estado ruinoso. Sólo un caserío, San Martín de la Solana, está habitado, porque ha sido reconvertido en hotel. Si os apetece disfrutar del silencio, os recomendamos que visitéis Puyuelo, Vilamana, la casa de San Martín de la Solana, San Felices de la Solana, Campol, Giral, Gere, Burgasé, Semolué, Castellar, Cajol, Ginuábel, Tricas, Muro de Solana y Sasé.

Fuente imágenes: Lafueva.com, Turismo Sobrarbe