El arte religioso ha formado parte esencial de la historia y la identidad cultural de nuestra provincia. Por eso, no sorprende que en el Alto Aragón podamos encontrar tres museos diocesanos dedicados a la conservación y difusión de este patrimonio.

Estos espacios no solo son contenedores de obras de arte, sino también centros de estudio y divulgación que permiten mantener vivo el legado artístico y espiritual de la región. En ellos, se trabaja para preservar, restaurar y dar a conocer piezas que cuentan la historia de nuestra fe y tradiciones.

¿Te animas a descubrirlos?

Museo Diocesano de Jaca 

Nuestra primera parada nos lleva al Museo Diocesano de Jaca, reinaugurado en 2010 por los Príncipes de Asturias. Este espacio, con más de 2.000 metros cuadrados, se ha consolidado como un referente en arte medieval, destacando especialmente por su colección de pintura mural, una de las más prestigiosas de su categoría.

Entre sus tesoros se encuentran capiteles, vírgenes, cristos y espectaculares pinturas murales de estilo gótico y románico. La Sala Bagüés, considerada la joya del museo, es un imprescindible para los visitantes. En ella, las pinturas románicas de Bagüés se exponen en todo su esplendor, ofreciendo una experiencia única a expertos y amantes del arte.

Además, las salas del museo están diseñadas para abrirse hacia el claustro románico de la Catedral, integrando arte y arquitectura de forma armoniosa. Las visitas pueden realizarse de manera libre o guiada. Antes de ir, conviene consultar los horarios y tarifas para planificar la experiencia.

Museo Diciocesano Barbastro -Monzón 

Su colección, de un incalculable valor histórico y artístico, incluye esculturas y pinturas que abarcan desde el románico pirenaico hasta el barroco. En total, el museo alberga unas 270 piezas, dispuestas en un recorrido cronológico que permite comprender la evolución del arte religioso en el Alto Aragón. Este enfoque facilita la conexión entre las obras y el desarrollo cultural y espiritual de la región.

La exposición permanente se distribuye entre la primera planta y la bajo cubierta del edificio, mientras que en la planta baja suelen presentarse exposiciones temporales. La visita ofrece una inmersión en las influencias artísticas que moldearon las iglesias rurales de la zona y su conexión con las principales corrientes del arte aragonés.

Para planificar la visita, no olvidéis consultar los horarios y tarifas en la página oficial del museo.

Museo diocesano de Huesca

En la ciudad de Huesca se encuentra otro de los grandes referentes culturales de la provincia: el Museo Diocesano. Este espacio alberga una impresionante colección que se organiza en tres áreas principales: Arte Medieval, Renacimiento y Barroco, y Orfebrería. Su misión principal es la preservación y difusión del valioso patrimonio sacro de la región.

El museo está ubicado en los claustros de la Catedral de Huesca, lo que añade un entorno de gran riqueza histórica y arquitectónica a la experiencia. Entre las piezas más destacadas se encuentra el Retablo Mayor de alabastro del Castillo-Abadía de Montearagón, una obra maestra de principios del siglo XVI realizada por el célebre Gil Morlanes el Viejo.

Otros tesoros incluyen el retablo de la Coronación de la Virgen de Pedro de Zuera y las tablas del Retablo de Pallaruelo de Monegros, firmadas por Martín Soria. Además, la colección de pintura cuenta con obras de grandes artistas como Vicente Berdusán, los hermanos Bayeu, Luzán y Luis Muñoz, que reflejan la evolución artística y espiritual a lo largo de los siglos.

Para organizar vuestra visita, podéis consultar horarios y tarifas en la página oficial del museo. Una oportunidad única para explorar el arte y la historia que han dado forma a esta tierra.

Fuente imágenes: Museo Diocesano Huesca, Museo Diocesano Jaca