La magia de mirar al cielo

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Adivinar las formas de las nubes, otear el horizonte en busca de paz, dejarse llevar por la tranquilidad de una noche con el cielo lleno de estrellas, disfrutar de un atardecer otoñal o ver cómo comienza el día desde un lugar privilegiado. Hoy os proponemos mirar un poco más allá, hasta llegar a fijarse en el cielo. ¿Y qué mejor que hacerlo desde un lugar privilegiado y lleno de magia? Porque Huesca tiene Magia…

El Castillo de Loarre

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Desde lo alto de una colina, que nuestros antepasados utilizaron para defenderse, nosotros podemos tomar perspectiva y ver cómo se pierde el horizonte en un atardecer mágico. Os proponemos una pequeña excursión este otoño al Castillo de Loarre, una tarde, entre las 19.00 y las 20.00, subir a las inmediaciones de la fortaleza que una vez fuera residencia de los Reyes de Aragón. Podéis sentir la grandeza real mientras observáis los campos de la Hoya de Huesca, y los más aventureros podéis aprovechar para practicar parapente (eso sí, de día), ya que los 1.071 metros a los que se encuentra el castillo permite disfrutar de impresionantes vistas desde el aire.

Planetario de Huesca

Planetario de Huesca

La siguiente propuesta que os hacemos es acercarse al cielo, a través de sus estrellas; emocionarse y sentir la inmensidad del espacio. Lo podéis hacer en el Planetario del Espacio 0,42, en el Parque Tecnológico Walqa (a pocos kilómetros de la ciudad de Huesca). Un planetario con una cúpula de 10 metros de diámetro y cinco proyectores permite representar en tres dimensiones cada rincón del universo y viajar así a otros planetas sin levantarse de la butaca. Es una actividad mágica y perfecta para ir con niños o en familia. El centro está abierto de miércoles a domingo de 10.00 a 14.00 y de 16.30 a 20.00, aunque se recomienda reservar las entradas por teléfono u online. También podéis acudir a la observación nocturna, de 19.00 a 20.00, con la que ver el universo a través del telescopio.

El esconjuradero de Guaso

Esconjuradero de Guaso

Aunque nuestros antepasados los construían para ahuyentar malos presagios, tormentas y plagas, los esconjuraderos son lugares desde los que observar el cielo adquiere una magia especial. Os invitamos a internaros en el corazón del Sobrarbe y llegar hasta Guaso, una pequeña población que tiene una de estas construcciones más famosas, a tan solo 4 kilómetros de Aínsa y 5 de Boltaña. Una vez arriba, os proponemos mirar al cielo, tomar aire y sentir la tranquilidad del Pirineo, pero también observar el valle del Ara a vuestros pies, Monte Perdido al fondo y la Peña Montañesa. Una experiencia mágica con la que poner punto y final a un fin de semana en la montaña.