Viaje mágico al Renacimiento

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Para terminar la semana queremos hacer un viaje mágico… al pasado. Concretamente al siglo XIV, época en la que el estilo renacentista iba ganando terreno al gótico. El templo del que hoy hablamos recuerda en algunos elementos a la Seo de Zaragoza y a la catedral de Barbastro. Se trata de la Colegiata de Santa María la Mayor de Bolea, una población a apenas 20 kilómetros de la capital de la provincia de Huesca, que con más de 1.000 habitantes, alberga una de las colegiatas más destacadas del territorio, una obra maestra del Renacimiento.

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Historia

El templo fue Priorato de la Abadía Real de Montearagón, privilegio que mantuvo hasta 1571. Entonces pasó a formar parte de la Diócesis de Huesca ya con la denominación de Iglesia Colegial, es decir, templo de rango elevado con capítulo de canónigos, beneficiados o racioneros que rezaban diariamente, en el coro, el Oficio Divino en gregoriano y recaudaban los diezmos y primicias del amplio territorio que dependía de su jurisdicción.

Donde hoy se asienta la colegiata, hubo una fortaleza árabe en el siglo XI, de la que aún se conservan partes del torreón y murallas. También fue templo románico en el siglo XII, y prueba de ellos son los restos de la torre-campanario y una cripta. La construcción actual data de entre 1541 y 1559, por Pedro de Irazábal; y la portada manierista es obra del escultor Juan-Miguel de Orliens.

La Colegiata de Bolea se declaró Monumento Histórico-Artístico Nacional (BIC) en 1983. También es sede de la Parroquia de Bolea, y de su mantenimiento, tutela y difusión se encarga la Asociación de Amigos de la Colegiata de Bolea, entidad sin ánimo de lucro, con 440 asociados.

Joyas de la Colegiata

Una de las joyas de la Colegiata de Bolea es el retablo mayor, que data de entre 1490 y 1503, y es una obra de la pintura renacentista. Consta de 20 tablas pintadas «al temple» y 57 tallas de madera policromada, y en ellas intervinieron dos autores. Por un lado, el maestro flamenco Gil de Brabante, y, por otro, el pintor anónimo llamado Maestro de Bolea, al que se le atribuyen influencias de la pintura flamenca y de la italiana del Quattrocento. También de Gil de Brabante es la segunda joya del templo: el retablo de San Sebastián; mientras que la tercera, el retablo de Santiago, es atribuida a Damián Forment (autor del retablo de la Catedral de Huesca). Y la cuarta joya son los cuatro retablos barrocos, que destacan por su recargada decoración, típica del estilo. Además de los retablos-joya, no se puede obviar la visita al coro en madera de nogal y roble; y al órgano del siglo XVIII.

Visitar la Colegiata

imagen_localizacion Este mes de octubre y de abril a mayo, la Colegiata de Bolea se puede visitar de martes a viernes de 10.00 a 13.30, y sábados, domingos y festivos, de 10.00 a 13.30 y de 16.00 a 19.00. De noviembre a marzo, el horario es de miércoles a viernes de 11.00 a 13.30, y fines de semana y festivos, de 11.00 a 13.30 y de 16.00 a 18.00. Fuera del horario, se pueden realizar reservas a través de la página web www.colegiatadebolea.es o del teléfono 649655125. El precio de la entrada es de 2 euros, y niños hasta 12 años, gratuito. Los integrantes de un grupo pagan 1,5 euros, sean de la edad que sean.

Imágenes: ColegiatadeBolea.es